Pero eso no es todo porque ¿nunca habéis dejado de compraros algo porque necesitábais la opinión de alguien para decidiros? El consejo de tu madre, tu amigo o, incluso, de la señora del probador de al lado muchas veces hacen que nos convenzamos de que algo nos sienta bien. Puede que a la larga no haya sido un buena idea hacerles caso – sobre todo a esa señora que no conocemos de nada – y al día siguiente queramos devolver todo lo que compramos, pero en el momento ese asesoramiento nos agiliza mucho la ardua tarea de ir de compras.
Pull&Bear parece que también ha pensado en eso porque aunque vayamos solos de compras podemos tener esa segunda opinión que tanto necesitamos gracias a los probadores P&B 2.0 Window. Allí podrán hacerse fotos y enviarlas por las redes sociales a sus amigos para conocer la opinión de éstos y decidirse, o no, por la compra. En el momento de la verdad, siempre van bien unas palabras de ayuda aunque sean vía Twitter o Facebook.
También cuenta con una gran pantalla de leds con la que podrán interactuar los transeúntes desde la misma calle mediante un sistema que detecta el movimiento. Desde la calle, los transeúntes podrán interactuar con los vídeos de una gran pantalla de leds mediante un sistema que detecta el movimiento humano.
Pero además de innovar en las TIC también pretenden dar a sus clientes un ambiente donde se sientan cómodos, por eso si tenéis la suerte de poder visitarla alguna vez os daréis cuenta que está ambientada cómo un acogedor espacio inspirado en los lofts neoyorquinos de más de 700 m2; con un salón para descansar de tus compras o una especie de cyber donde poder conectarte a Internet y pasar el rato.
Se dice que el cliente siempre tiene la razón así que si alguien de a Coruña ha sido cliente de esta tienda, una valoración de esta 2.0 store no nos vendría nada mal. Animaos a participar en la interacción 2.0 también en 1001 😉
El post se acababa aquí pero a sugerencia de Quique recordamos lo que implica dejar tus fotos, nombre y demás datos en un ordenador de uso público tanto porque lo pueda ver otra gente cómo porque la misma empresa lo pueda usar con otros fines. Pese a todo, a mi me sigue pareciendo buena idea. 😉