Stop a la nueva ola de vampiros sentimentaloides

Después de días, semanas y meses siendo acribillada por la fiebre Twilight (Crepúsculo) ha llegado el momento de que a parte de los que están cegados con la saga, también salgan a la luz todos aquellos que nos acordamos de los «verdaderos vampiros«, los que no tienen escrúpulos, piedad y mucho menos esa sensiblería de la que hace gala Edward y cía a lo largo de toda la película.

Bram Stoker, uno de los grandes autores del género vampírico, y no Stephenie Meyer cómo muchos pensarán, hubiera tenido muchas discrepancias con la manera en la que presentan a estos siniestros seres las exitosas películas de la escritora americana . Cómo no podía ser menos, para esto también hay camisetas! Bajo la prima de «Morder en vez de besar. Stop a la nueva ola de vampiros sentimentaloides«, os presento a la primera de varias que he encontrado en la red.


Es curioso que hablemos de camisetas de una película en la que justo hay poca tradición de eso, de llevar camisetas. Jacob pasa más minutos semidesnudo que vestido pero ya se sabe que hay que rentabilizar muchas horas de gimnasio y la inversión en anabolizantes, además de ser un reclamo inigualable para los seguidores teen -y no tan teen- de la saga. A todo esto se le suma el morbo de que los protagonistas también sean pareja en la vida real…¿resultado? la publicidad se multiplica y Twilight se convierte, además de un fenónemo cinematográfico, en carnaza de marujeo para las revistas y celuloide variado de todo el mundo.

Curiosa manera de expresar la fiebre Twilight en la camiseta de la oveja. No dudo que haya gente que realmente hayan visto “algo” en la saga Crepúsculo que les enganche – posiblemente el factor amor imposible – pero tampoco dudo que otros muchos sólo se hayan dejado llevar por el rebaño y esta oveja parece ser uno de ellos.

Entre las camisetas podemos encontrar de todo. Algunas que más que criticar reclaman los vampiros originales, oscuros, siniestros, de esos que dan miedo y otras que son mucho más directas y atacan a la saga con argumentos varios. Sólo un dato Nosferatu, una película de 1922, muda, en blanco y negro y con efectos especiales nulos impone mucho más que el blandengue de Edward Cullen. No empezaré a hablar de Bella porque a esta chica si que ya no sé por donde cogerla, y tampoco estamos aquí para hacer críticas de cine, sólo diré que no estaría mal tener un poco de criterio antes de dejarnos arrastrar por la opinión de la masa.

Por si no lo recordáis, otro gran estreno se avecina y en algunos países ya está siendo una dura competencia para Eclipse. Querría ser más sútil pero no puedo, así que en dos semanas todos a ver Toy Story 3! 🙂

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